1.- Ambientación para la oración

 

1. Busca la hora que más te ayude...

     Ordinariamente, es mejor al comienzo del día..., o también al atardecer...

 

2. Busca un lugar donde puedas centrarte bien...

     Es aconsejable una capilla recogida, silenciosa, sencilla..., o tu propia habitación,

     donde puedas dedicar un rincón, bien ambientado.

 

3. Cuida la postura correcta (interna y externamente)... 

     La postura correcta debes mantenerla en quietud y en silencio manteniendo la espalda

     recta durante todo el tiempo que dediques a la oración personal.

     Esta quietud y calma interior favorecen el silencio y la quietud de nuestra mente y de

     nuestro corazón.

     Podemos utilizar una silla, un banquito de meditación o un cojín.

 

4.  Durante el rato de oración:

     dedica unos minutos a tomar conciencia de ti mismo, aquí, ahora y así...

     fomenta un clima de silencio, de recogimiento y de atención amorosa...

     con un ejercicio de relajación,

     con un ejercicio de concentración  (por ej. observar la respiración...)

 

5.  Realiza algún ejercicio de oración:

     Centra tu atención en tu propia presencia y cae en la cuenta de la Presencia de Dios

     en el hondón de tu alma y en todo lo que te rodea.

     Repite alguna invocación, con atención amorosa,

     que te ayude a permanecer abierto al cariño de Dios,

     en comunión de amor con él...

*  *  *  *  *