Espacio del silencio
Silencio que besa mi alma
Silencio, silencio,
presencia silenciosa de Dios
que besa mi alma.
Silencio, Señor, silencio,
brisa fresca, sonrisa serena,
suave dulzura en tu rostro,
dibujado en toda criatura.
Señor, silencio inadvertido,
presencia sagrada y densa,
calor que envuelve el alma,
amor que nos hace uno a los dos.
Silencio, Señor, silencio,
habla, besa y dulcifica
el aliento de mi alma
y el latido de mi corazón.
Silencio, señor, tu presencia
silenciosa y callada habla,
acaricia, sonríe, habla,
ablanda y envuelve mi alma.
Señor, silencio envolvente
de luz que siempre permanece,
eterna presencia, ahora,
que eterniza mi alma.
Señor, tú estás, ahora, aquí,
silencioso en el hondón de mi alma
y, envolviendo cada cosa,
dibujas la belleza de toda la creación.
Silencio, Señor, silencio,
quiero vivir tu silencio que habla,
besa y abraza toda mi existencia
y me disuelve en tu amor.
El Silencio es la música del alma. Pág. 142