Vida y contemplación

 

Un camino de crecimiento,
 

maduración y transformación, para vivir y saborear el sueño de Dios sobre cada uno de nosotros:

Ser imagen y semejanza de Dios, habitados por su Espíritu, ser modelado, como una obra de arte, por el amor, la sabiduría y la ternura de Dios,

y ser presencia de Dios en mitad de la vida.

 

Un camino para aprender a contemplar
 

la huella de Dios en toda la creación y poder descubrir y vivir su presencia en todas las personas y en todas las criaturas, amando y sirviendo a Dios en todas ellas y a todas en Él, porque

"en Él vivimos, nos movemos y existimos".

Jesús nos dice:

«Yo soy la vid y vosotros los sarmientos.

Permaneced en mí como yo permanezco en vosotros, porque sin mí no podéis hacer nada» (Cf Jn 15,1-5).